Coope Madereros Triple madera de negocio
Administrar un negocio ferretero dividido en tres: depósito de materiales, ferretería y aserradero… Y además, poner de acuerdo, todos los meses a 26 socios y a una Junta Directiva, suena a algo así como una tarea titánica, y que incluso, parece hasta imposible…
Sin embargo, nada de eso es obstáculo para que Diego Barrantes, Gerente General de Coope Madereros, en Pérez Zeledón, haya cosechado “buenos dividendos” en los ocho años que tiene de estar al mando de esta empresa, que ya posee 24 de estar en el mercado.
“No ha sido fácil porque la naturaleza misma de ser una cooperativa donde implica tener muchas personas tomando decisiones, tiende a restar flexibilidad sobre todo en tiempos necesitan tener mayores posibilidades de competir”, asegura Barrantes.
A simple vista, pareciera tratarse de una persona sumamente ocupada, y aunque no lo niega, Barrantes, dice que tiene muy bien organizados sus días, con el fin de que le alcance el tiempo para todo.
Por ejemplo, al pedir que describiera un día de trabajo, Diego afirma con confianza que lo primero que hace es hablar con cualquiera de los 70 empleados que conforma la empresa.
“Cuando llego, paso a saludar a los muchachos, a que me cuenten del negocio y hasta de sus asuntos personales, y si tengo algún tema que tratar en privado, lo hago en mi oficina”, dice Barrantes.
Posteriormente, dice que diariamente, busca conversar con algunos de los 400 clientes que llegan a diario al negocio. “Esta es una práctica que nunca dejo de lado, pues es la única forma de saber cómo va el negocio y lo que están percibiendo los compradores de la empresa”.
Precisamente, antes de sentarnos con Barrantes, y sin saber que él era nuestro ferretero, le observamos conversar con sus colaboradores, de una forma muy efusiva y cordial, tanto que ni siquiera sospechamos que fuera el jefe del lugar, sino hasta que la encargada de la caja nos lo señaló.
“Mis puertas están abiertas para todo el que quiera conversar conmigo”, dijo, mientras se acomodaba en su oficina que tiene una venta con vista a las tres áreas del negocio.
La primer pregunta sobre cómo vender más, lo llevó nuevamente a hablar de la relación con sus compradores.
“Hay que conocer las necesidades del cliente”, -afirmó-, y casi de inmediato acentuó su voz para indicar: “sobre todo las emocionales, como ser humano”, pues dice que a través de las emociones se conoce a la gente, “se sabe si están preocupados o limitados, si van a optar por algo más económico o invertir en algo de más calidad. “Cuando los clientes encuentran confianza, se sienten con más disposición”.
Manifiesta que con la clientela siempre se aprende algo nuevo y no desaprovecha cualquier oportunidad que lo ponga frente a un comprador, “aunque las cosas de la oficina estén haciendo fila…”.
Manejo técnico
Hablando propiamente del negocio y analizando la fuerte competencia ferretera que se da en este cantón, Barrantes indica que la diferencia está en que la empresa se ha manejado de una forma técnica a nivel administrativo con procesos eficientes, y rompiendo con los esquemas de manejo familiar que poseen muchos negocios de la zona.
“Otra ventaja ha sido estar a más de 1 kilómetro del centro, pues éste se volvió muy incómodo para los clientes por la falta de parqueo, y por las presas”.
Igualmente, Coope Madereros es fabricante de maderas que incluso distribuyen en muchas ferreterías del lugar, lo que hace que muchos compradores se acerquen directamente.
Sin embargo, piensa que en este mercado aún hay espacio para más competidores, “solo que habría que repartir el pastel”.
“Si una nueva ferretería se instala cerca, es probable que atraiga clientes y éstos a su vez, puede ser que pasen por mi negocio, lo que nos beneficiaría a ambos”, sostiene Diego.
Total independencia
¿Pero cómo ser exitoso en tres negocios? Dice que se han ido haciendo en el tiempo y que obedecen a una diversificación muy vinculada, sin embargo, todos se manejan con independencia contable y administrativa. “Mi gente ha entendido que cada negocio tiene su propio resultado y hay que trabajar para que éste sea bueno”.
Claro está, y no esconde que hay dificultades y en eso Diego reconoce que a veces la comunicación tiende a ser un poco compleja porque hay que compartir recurso humano y el equipo.
“Por ejemplo, un montacargas, que se requiere al mismo tiempo para mover madera, descargar cemento, cargar un pedido de un cliente, hay que tomar una decisión sobre cuál es la prioridad y cada negocio tiene su administrador y todos están a un mismo nivel… Aquí deben negociar entre ellos, y esto hace que a veces se generen ciertos roces, en los que debo intervenir para que la relación siga en armonía”.
Precios razonables
Desde hace 5 años, decidieron expandir sus fronteras con una sucursal en Uvita de Osa, con el afán de incursionar en el área costera del país.
“Estamos aprovechando muchos proyectos de extranjeros que nos han hecho incursionar, aprender y adaptarnos a la zona”.
Esta empresa, en el mercado, es apetecida por los proveedores, gracias a la gran cantidad de productos que mueven mensualmente. “Es que nuestro objetivo es crecer un 30% con respecto al año pasado”, dice Diego.
Para él, el precio es importante a la hora de escoger un proveedor, pero no es lo único, también sopesan el soporte y el servicio, porque dice que en una construcción puede ser más costoso tener una planilla parada, esperando un producto en función de precio.
“El mayorista tiene que tener un precio razonable, no necesariamente el más bajo, pero debe estar en capacidad de suplir el producto oportunamente y que éste sea de calidad. Por los procesos que requiere la cooperativa, requerimos mayoristas ordenados y formales”.
TYT 147/ Septiembre 2008
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