7 consejos para tener éxito en el mostrador
Antonio Valls, Consultor Internacional en Ferretería, a través del sitio CdeComunicación, de España, da en el clavo al indicar varios consejos para sacar mayor provecho al mostrador de ferretería:
1. Nunca colocar en el mostrador productos que queramos liquidar y sean restos de los restos que llevan tiempo sin poderse vender. Es un error pensar que colocando estos artículos en el sitio más visible y comercial de la tienda se venderán más. Al colocar estos productos en un lugar tan comercial, por norma general transmiten una mala sensación al cliente precisamente en el último acto que tiene en nuestra tienda como es el pagar.
2. La duración de los ofertas y acciones que queramos promover en los mostradores deberán de ser de corta duración de tiempo, como máximo quince días, e ir cambiando, ya que la monotonía visual al cliente, si es asiduo y visita nuestra ferretería, siempre ve lo mismo. Debemos rotar los productos. La frescura del cambio genera ventas sin ninguna duda. Para ello hay que quitar y poner con cierta constancia.
3. El tipo de producto a colocar en estas ubicaciones deberá estar dentro de los que denominamos productos de venta impulsiva. Tiene que ser un artículo que sea fácil de entender su aplicación y, si es posible, que tenga algún plus diferencial del resto, como producto o bien por la época en que se promociona (productos del verano, invierno, etc.).
Hay que pensar que a todos los tipos de clientes se les puede crear interés, para ello debemos de renovar nuestra oferta y no siempre podemos tener linternas o un llavero o un kit de puntas. Hay que variar y combinar ofertas para distintos perfiles de clientes.
4. La forma de colocación de los artículos es la clave de todo. No se puede agrupar de cualquier manera, ni hacer montañas de productos que no se dejan ni ver entre ellos. La visibilidad espontánea y amplia es la esencia de la oferta en un mostrador. No se pueden tapar los productos ya que el cliente debe elegir en segundos o décimas de segundo algo que ve interesante, al estar en una zona de tránsito rápido como es el mostrador o la caja, y por ello no le podemos crear dudas de ningún tipo. Lo único que le podemos crear es la necesidad de comprarlo por su presentación e impacto.
5. El precio es otro de los grandes valores que casi la mayoría de los establecimientos confunde. No por estar en una zona de exposición extremadamente caliente o comercial debemos tirar los precios a la baja. Todo lo contrario, se deben ofrecer productos en esta magnífica posición con buen margen.
Cuando hemos creado el interés al cliente ya no es un tema de precio sino al contrario. Ya le hemos llamado la atención y puede ser más un capricho que una compra consciente, y en este tipo de compra no hay límite de precio. Un ejemplo: cuesta igual la primera fila de un concierto o del teatro a la última fila. Si tenemos interés de asistir a este acto compraremos dentro de nuestras posibilidades económicas la mejor ubicación que nos satisfaga, y en la compra por impulso también es así. No siempre prima el precio sino el interés que ha generado. Debemos de ganarle dinero a un espacio tan comercial como es el mostrador de caja, el mostrador de atención o venta o de todo a la vez.
6. La temporalidad de las ofertas. Tener un plan constante de lo que proponemos al cliente es otra de las reglas mágicas para que sea efectiva la venta en el mostrador. La utilidad del producto a promocionar debe estar acorde con la temporada ya que no es posible hacer acciones en los mostradores de luces de navidad en agosto, por ejemplo. La falta de planificación de los productos por épocas hace fracasar la mayoría de las acciones comerciales, al no unificar los criterios de necesidad con la de la posible utilidad en ese momento. Es necesario contar con un plan de campañas para todas las acciones que se quieren llevar a cabo, cuando empieza y termina, relacionándolo con las épocas del año que se promocionan.
7. La más importante: no confundir la finalidad del mostrador, que es la de cobro o la de venta, y en ningún momento utilizarlo como un almacén, dejando productos para colocar, un punto para hablar, una papelera con papeles y documentos inútiles, una oficina donde llevamos a cabo la administración de la empresa, una recepción de paquetes, una zona de relax para el vendedor, una zona para guardar piezas que no se utilizaran nunca, un lugar donde dejar productos para devolver al proveedor, el lugar donde estar cuando no sabemos qué hacer, el periódico deportivo del día, albaranes por comprobar, un amasijo de cajas abiertas y algunas de ellas con un solo artículo que nunca se venderá ya que está ahí desde hace meses y no se ha vendió, esperando el milagro que no sucederá.
Otro habitual es tener más de un bolígrafo por si falla, pequeñas piezas de recambio que tienen que venir a recoger algún cliente, el ordenador que funciona y también otro que si funciona, el cargador del móvil y el móvil, etc. Podría seguir con una lista larguísima contando cómo utilizan el mostrador algunos puntos de venta, y les garantizo que es así. Espero que nadie se dé por aludido y si es así será por casualidad. El mostrador es una gran herramienta de venta y debe ser utilizado para esta acción y no otra, ofreciendo una sensación y muy mala imagen cuando vemos un zona tan importante y visible como esta en los lamentables estados que están en la mayoría de las ferreterías. Probar a limpiar y organizarlo da buenos resultados y son sin coste, pruébelo.
Totalmente en desacuerdo con el comentario externado sobre el uso de los mostradores. En la actualidad los mostradores son lugares exclusivos para que el cliente realice cómodamente sus pagos y no debe ser un lugar de exposición de ningún tipo de productos aunque sean de impulso pues algunas ferreterías utilizan estos espacios hasta para vender chicles golosinas, etc etc. El principio básico de los productos calientes o como le dicen los gringos ¨hot products¨ consiste en que el cliente si requiere de algún producto básico lo pueda encontrar en el fondo de la tienda provocando que este tenga que ¨navegar ¨ en la tienda, en caso que sean tiendas de auto servicio. En el caso de tiendas de mostrador el mostrador no debe tener productos o exhibidores que más bien estorben la visibilidad y la acción de pago rápido en la caja. Lo que si es completamente válido y de gran conveniencia es colocar pequeños volantes o material promocional donde se desarrollen mecánicas sencillas de fácil lectura para el cliente donde éste reciba información sobre ofertas, planes de descuento, cupones etc etc. lo cual esto va muy acorde con la idiosincrásia del Costarricense. Lo que indica el señor Antonio Valls aplica para países desarrollados donde el marketing que se aplica en esos lugares es congruente con el volúmen y tamaño de negocios no así para el tipo de ferreterías de mostrador que hay en nuestro medio la cual muchas veces se convierte en un verdadero mercado persa o sistema de exhibición como lo aplican los comerciantes Asiáticos en nuestro país, esto a la hora de pagar en las cajas.