Crédito sano = poder de negociación Materiales Meza
Probablemente, quien pase muy rápido por la calle que da al cementerio principal de Alajuela, puede que no note nada extraño… Sin embargo, 50 metros antes de este camposanto, viniendo de sur a norte, es fácil observar un ajetreo y un vaivén de productos y clientes entrando y saliendo.
Se trata del negocio ferretero Materiales Meza, propiedad de José Antonio Meza, desde hace más de 25 años.
Fue una de las últimas mañanas de viernes, de mayo, de esas de calor recalcitrante y una humedad que se asoma por todas partes, cuando decidimos abordar a Meza para que nos contara algunos de los pormenores de los 2500 metros cuadrados de negocio, que posee en la actualidad.
Igualmente, también posee otra sucursal en Desamparados de Alajuela, con 1400 metros cuadrados.
Muy rápidamente, la cajera nos conectó de inmediato con la oficina del jefe, pues los 35 colaboradores que conforman la empresa se encontraban a manos llenas atendiendo aquel mostrador atestado de clientes.
Frente a su oficina, no tuvimos que esperar mucho para oír el “pase adelante” y de inmediato, el mismo Meza nos invitó a pasar.
Con el último ejemplar de la revista en sus manos, y como en broma, nos abordo: “ya decía yo, que esa cara nos era conocida”.
Casi de inmediato, y antes de que pudiéramos sentarnos, uno de sus colaboradores ingresó para comentarle que el precio del cemento acababa de subir.
“No sé que iremos a hacer quienes estamos en este negocio, pues aunque todos piensen que una subida de precios nos beneficia grandemente, no todo es así, porque cuando pasan estas cosas, más bien los clientes tienden a disminuir su consumo”, dijo Meza.
De inmediato, se dirigió nuevamente a su ayudante y le indicó que prosiguiera con el pedido que estaba pendiente hacer a la fábrica cementera.
“Es que para tener más orden y dar una mejor atención, decidí tener dos puestos de proveeduría, uno para la parte ferretera y otro para la parte de materiales. Así un colaborador se encarga de atender a todos los proveedores de su respectiva área y se agilizan más las cosas”.
Sin percatarnos y solo por estas palabras y validos de esta circunstancia que se presentó con su colaborador, ya Meza nos había dado el primer tip para mantener un negocio que lleva instaurada la fama de “buena paga” y un cliente a veces hasta “peleado” por los proveedores.
Apenas le habíamos mencionado el tema, con énfasis, y mirándonos por encima de los lentes, atinó a decir. “En este negocio acostumbro a pagar todos los proveedores a finales de mes”.
Asegura que primero lo hace por orden, posteriormente porque le gusta que los mayoristas tengan confianza en su negocio. “Los proveedores son mis amigos, mis aliados y me gusta ser ágiles con ellos para que éstos lo sean conmigo”, añade Meza.
Es partidario de la idea de que quien es buena paga, recibe buena atención y buen servicio. “Además, con esta política y estrategia me he ganado la confianza y el respeto en el sector. Me gusta que a mi empresa la midan con una proyección de buena imagen y salud económica”.
Aunque hay proveedores que otorgan plazos de pago que van desde 45, 60, 90 y hasta más días, Meza prefiere no valerse de eso, pues sabe que pagando a un mes plazo, su poder de negociación aumenta considerablemente, lo que le permite obtener precios más atractivos.
Y si de pagar se trata, este ferretero señaló de inmediato donde estaba el cúmulo de empleados para indicar que “en el pago igualmente soy fiel con ellos, pues religiosamente todos los viernes reciben su salario. A los colaboradores hay que mantenerlos felices y hay que cuidarlos en todo momento, por eso, hasta médico de empresa tenemos, ya que la salud del personal es muy importante”.
Precios
En las casi dos horas que pudimos estar ahí, pudimos constatar que el ir y venir de los clientes no cesó y a mostrador lleno, los empleados iban y venían en busca de los productos.
Y es que según Meza, sus cálculos diariamente se atienden 975 clientes diarios, pues cada empleado que atiende público, al final del día, ha conseguido facturar talonario y medio.
¿Cómo lo logra? Según él busca que sus empleados otorguen una buena atención, pero subraya que no debe ser un servicio cualquiera. “Les he dicho que se ubiquen en la “acera de enfrente” y si ahí tratan la gente con grosería, nosotros debemos practicar todo lo contrario”.
Reconoce que tiene muchos clientes, pero lo más importante es conservar los que ya tiene y tratar de hacer otros nuevos. “Nos hemos dado cuenta que muchos compradores llegan porque otros nos han recomendado, aunque también reconozco que los precios que manejamos también son una ventaja importante”.
Y precisamente, cuando nos disponíamos a tocar la parte de los precios, Meza abrió la ventana de su oficina, la que daba directamente a la planta baja donde estaba el mostrador del negocio y atinó a decir: “para tener un buen inventario y buenos precios hay que saber negociar. El servicio, nuestro stock de productos y precios hacen que tengamos un alto tránsito de compradores todos los días”.
Igualmente, como todo empresario que vive del comercio de productos, dice que otra estrategia que utiliza es la de sondear los precios de la competencia, pues eso le permite mantenerse actualizado y reaccionar en beneficio de sus clientes.
“Tampoco se trata de bajarse en los precios, de entrar en una guerra con la competencia, porque nadie en un negocio está para perder, pero sí de buscar ventajas que se puedan trasladar a los clientes”, enfatiza.
Hoy, con sus dos sucursales, Meza se siente satisfecho, sin embargo, ya apuntó a la construcción de otra sucursal, la que espera tener lista en un año y situada muy cerca de esta, casi a la vuelta.
“Tenemos un terreno de 6200 metros cuadrados y la idea es abrir esta sucursal y un centro comercial”.
Dadas las estrategias que sigue en materia de precios y pagos a sus proveedores, grupos de empresarios afines incluso han invitado a José Antonio para que comparta sus experiencias con ellos.
“Uno se siente bien cuando otros empresarios toman en cuenta la trayectoria y el prestigio que hemos logrado cosechar”, concluye Meza.
Meza en sus inicios
Este ferretero cuenta que hace 25 años, abrió su negocio en un pequeño cuartito, en el que apenas tenía un muchacho que le ayudaba como cargador, una señorita que se encargaba de cobrar y él de atender los clientes.
“Teníamos una empresa familiar que se llamó Mosaicos Meza, en la que además de los pisos, los clientes nos pedían cemento, varilla, mallas, por lo que me di cuenta de que podría tener una oportunidad en esto de la ferretería y los materiales de construcción”, asegura Meza.
Y así fue, y poco a poco el negocio empezó a crecer, al que luego se incorporaron sus hijos: Esteban, Adrián y Julián como hombres de confianza y en 1990 dio el salto para llegar a conformarse en lo que es hoy.
Meza destaca que el fuerte de la empresa son los materiales de construcción, y que en el negocio reciben clientes de muchas partes de la zona como la Guácima, de la Garita, de San Isidro de Alajuela, entre otros.
tyt 146/ agosto 2008