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Se oponen a gravar varilla

Varilla es la discordia entre empresarios del hierro

La solicitud que ArcelorMittal presentó ante el MEIC (Ministerio de Economía, Industria y Comercio) de gravar las importaciones de varilla, ha puesto el mercado en vilo, pues esta medida sacaría del mercado a los importadores.

La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) y la empresas importadoras de varilla y otros productos de hierro se oponen enfáticamente, a una solicitud para poner un arancel a la varilla de acero que ingrese al país desde el extranjero.

El 30 de noviembre pasado, ArcelorMittal de Costa Rica S. A. presentó MEIC una solicitud para establecer una medida de salvaguardia y colocar un tributo del 20% a la importación de varillas, lo que la misma Cámara Costarricense de la Cosntrucción, califica que la medida vendría a encarecer la construcción.

En proceso

El pasado 19 de marzo, el MEIC inició el trámite a la medida en un proceso de investigación en el que se decidirá si el arancel se impone o no. Y tendría hasta octubre, con una prórroga de otros 6 meses, para recomendar la implantación de la medida.

Sin duda el inicio de este estudio vino a generar disconformidad en la Cámara Costarricense de la Construcción y en distintos importadores que alegan que este proceso podría significar que se extingan las importaciones del producto.

El lunes anterior, en un campo pagado, en la edición impresa del diario La Nación, en el que le insistieron  al presidente electo Carlos Alvarado a poner atención a este trámite.

Entre quienes suscribieron el espacio se encuentran importadores como Aceros Abonos Agro, Gerdau Metaldom, Saret e Intersteel S. A.; y detallistas como El Lagar y Grupo El Colono.

La mayoría de varilla de construcción importada que entra a Costa Rica, proviene de Turquía. Sin embargo, ArcelorMittal es la única empresa que la produce localemente. También se reportan importaciones de China.

Actualmente, el arancel a la importación de este producto, se encuentra en 0%, para el acero aleado y en 5% para el no aleado, después de modificaciones hechas en el 2011 en respuesta a la crisis inmobiliaria que vivió el país.

El costo de la varilla representa el 10% del costo de las viviendas de bienestar social, de acuerdo con el MEIC.