Mobiliario comercial: vendedor ferretero silencioso
Mobiliario comercial: vendedor ferretero silencioso
Sabemos que todo cuenta en el punto de venta para ayudar a vender, pero existe un elemento que tiene realmente importancia y no se le reconoce: el mobiliario comercial. Sin él, la exposición, promoción y almacén de los productos no sería posible.
Este sector del mobiliario para el punto de venta ha evolucionado muchísimo, tanto tecnológicamente como en calidad de acabados y diseño. Existen soluciones para poder exponer o almacenar cualquier tipo de producto.
Clave
En cualquier proyecto comercial existe la partida de mobiliario, al ser la pieza clave y uno de los primeros puntos a definir en un establecimiento de ferretería y bricolaje. En la actualidad, hay una gran oferta de fabricantes de este tipo de producto que cubre la totalidad de las necesidades o características de nuestro sector, desde disponer de resistencia para soportar grandes cargas, hasta contar de un esmerado y moderno diseño o una gran variedad de accesorios para exponer o proteger cualquier producto.
La gama de medidas existente es otro de los factores a tener en cuenta, ya que la optimización del establecimiento en lo que se refiera al mobiliario debe ser muy ajustada para no perder ni un centímetro de espacio, tanto a nivel de suelo como a nivel de altura. El color y sus texturas es otro valor que cada vez se utiliza más para dar este toque personal y corporativo de cada establecimiento o empresa.
Premisas a tener en cuenta
Hay que tener en cuenta, antes de comprar mobiliario comercial, una serie de premisas muy importantes, ya que el mobiliario debe de ser compatible y combinable entre sí, para así poder disponer de una mayor combinación de acciones y formas de adaptación a las necesidades que el establecimiento tiene en cada momento, campañas, promociones, temporadas, etc.
- Debe de ser totalmente combinable y fácil de montar/desmontar. En nuestro país hay una costumbre muy común en el sector ferretero y es que se entiende que el mobiliario es como si fueran las paredes de la ferretería, que son para siempre, y no es así.
- Debe adaptarse a los hábitos de los clientes. El mobiliario sufre una serie de cambios y adaptaciones a las necesidades y hábitos de compras de los clientes. Por ejemplo, antiguamente, la profundidad de los lineales era mayor que la actual, ya que se entendía que el lineal tenia doble función: la de vender y la de almacenar. En la actualidad, los lineales, y especialmente las góndolas, por regla general oscilan entre los 500 a 650 mm de fondo en su parte baja; no están pensados para almacenar, sino para vender, prevaleciendo el criterio de la variedad por encima de la cantidad.
- La altura correcta. Otra confusión muy común es cómo se define la medida correcta de altura. Hoy en día, por los costes del metro cuadrado de suelo en una ferretería o bricolaje, disponer de una correcta compensación de altura por el espacio en planta debe tenerse muy en cuenta.
- Layout adecuado. También resulta muy importante poder contar con un layout que sea efectivo y adecuado, que no se genere una saturación de estanterías que a su vez provoquen embudos o retenciones en los recorridos de nuestros clientes por el punto de venta. Para solucionar este problema, hay que saber la cantidad necesaria y adecuada para cada establecimiento. Disponemos de una fórmula que se denomina COS (coeficiente de la ocupación del suelo). Con este cálculo podemos asegurar que el mobiliario a instalar sea el adecuado en proporción a las medidas del local y el flujo de clientes que se estima tener.
Excelente revista