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Ferretería y Construcción

Pronóstico reservado en Arcelor-Mittal

Recortes casi diarios de producción, ajustes globales de plantilla, de costes, de inversiones… e incertidumbre sobre lo siguiente que va a anunciar la dirección. Ésta es la dinámica en la que ha entrado Arcelor-Mittal. El gigante siderúrgico ha visto cómo en tan sólo unos meses la demanda mundial de acero ha sufrido una fuerte reducción. Una muestra del cambio de clima: de los 25 hornos altos que Arcelor tenía produciendo a pleno rendimiento en Europa hace menos de un año 15 están parados y otros tres tienen programado dejar de producir en las próximas semanas. En Asturias, donde los recortes de empleo ya golpean con fuerza a la industria auxiliar, Arcelor-Mittal es el faro de la crisis. De cómo responda y de las decisiones que se tomen sobre las plantas asturianas dependerá, en buena medida, según una extendida opinión, el calado de la crisis en Principado.

Informes que maneja la compañía reflejan que la demanda de acero ha sufrido una reducción en lo que va de año del 9 por ciento. Según los datos que manejan los sindicatos, se trata de una caída ya superior a la de la última gran crisis siderúrgica, en 1975. El descenso de actividad en sectores como la construcción o la venta de vehículos ha cercenado un lustro de constante crecimiento de la demanda de acero. Como respuesta a este escaso volumen de pedidos la multinacional ha llevado a cabo una reducción en Europa del 30 por ciento en su producción de acero, mientras que en América la proporción llega hasta el 35 por ciento.

Entre los despachos de la multinacional en Londres y Luxemburgo se siguen cocinando nuevos recortes, tanto en la producción como en el empleo. La decisión final sobre el alcance de los mismos la tendrá Lakshmi Mittal, el magnate indio que preside Arcelor, y que arrastra unas pérdidas virtuales en los últimos meses de más de 23.000 millones de euros, fruto del desplome que han sufrido las acciones de la multinacional y algunas de sus inversiones financieras. Aun así, a Mittal se le atribuye una fortuna superior a los 26.000 millones.

Expertos y sindicalistas coinciden en señalar que de las futuras decisiones que tome el magnate indio dependerá la resistencia de Asturias a la crisis económica. El peso de Arcelor en el Principado es muy fuerte. La multinacional es la primera empresa exportadora de la región, el primer cliente de los puertos marítimos asturianos y de las compañías ferroviarias, y se estima que tiene una aportación al producto interior bruto de la región del 5 por ciento. Los expertos coinciden en que si se agudizan los recortes de la producción y el empleo, ésta situación puede llevar un efecto de arrastre a la industria asturiana. El mapa siderúrgico europeo ha dado también un vuelco en los últimos años.

De la Arcelor europea que hasta 2006 tenía participaciones públicas (ninguna española) en el núcleo accionarial se ha pasado a la posición hegemónica de los Mittal. En aquel escenario anterior en tiempos de crisis como los actuales se habrían producido con toda seguridad presiones de los países (Francia, Bélgica, España, Alemania…) por los recortes. Ahora decide Mittal. Y ha decidido empezar a meter tijera en el empleo. De momento, mediante una oferta de bajas voluntarias.

El magnate indio presentará dentro de dos semanas a los sindicatos los detalles de su plan para ofrecer bajas voluntarias a sus trabajadores, todo ello pese a que se había comprometido hace unos días a no llevar a cabo nuevos recortes al menos hasta el próximo año. El objetivo de Lakshmi Mittal es reducir 9.000 empleos en todo el mundo, 6.000 de ellos en Europa. Este plan no ha sentado nada bien entre los sindicatos europeos, que ven en el proyecto una reestructuración de plantilla encubierta. Estas bajas se ofrecerán a todo el personal de la empresa excepto a los vinculados a las tareas de producción y mantenimiento. El perfil lo cumplen unos 900 empleados de las plantas asturianas.