En España hay “hay tiendas que han agotado las existencias de pintura”. El encierro prolongado ha cambiado los hábitos de consumo: tras pasar tanto tiempo en casa, el cuidado y la mejora del hogar se han convertido en una prioridad.Ha aumentado la venta de martillos, taladros o destornilladores, ya que son muchos los que han descubierto una afición por arreglarlo todo. La pintura, los productos de jardinería y terraza y las piscinas son los artículos más demandados por los clientes, y en algunos casos se han quedado sin ‘stock’
Se compran más taladros, más martillos y más cajas de herramientas. El encierro prolongado ha disparado las ganas de hacer reformas y reparaciones en las viviendas. Hasta el punto de que nunca antes se había comprado tanta pintura en tan poco tiempo. “El confinamiento ha hecho que la gente vuelva a invertir en el hogar”, dicen desde la Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje (ADFB).
Los artículos de ferretería ya fueron objeto de deseo en los primeros días de apertura de los establecimientos. “Había a quien se le había roto la cisterna o la alcachofa de la ducha. También quien ha tenido que montarse de la nada pequeñas oficinas en casa por el teletrabajo. Era previsible que, tras dos meses de encierro, hubiera reparaciones urgentes que acometer”, cuentan desde esta asociación.
Sin embargo, lo que no era tan predecible era que las ventas se mantuviesen al alza más allá de esas primeras semanas de mayo. “El hogar ha vuelto a ocupar el lugar que, durante las últimas décadas, había perdido. Nos hemos dado cuenta de la importancia de estar en un hogar confortable”, afirman.
El auge de la cultura del ‘do it yourself’
Durante la cuarentena la gente ha tenido tiempo para redescubrir sus viviendas y, también, sus talentos ocultos. Se han multiplicado los ‘panaderos’, los ‘reposteros’ y, también, los ‘manitas’. “El confinamiento ha fomentado el concepto ‘do it yourself’ o ‘hazlo tú mismo’”, dicen desde la Federación de Fabricantes Españoles de Ferretería y Bricolaje (COFEARFE). Hasta los más inexpertos, señalan desde las tiendas, se han atrevido a coger brochas, martillos y taladros para hacer reparaciones en casa.
Si hay un producto que ha despuntado en ventas por encima de los demás ha sido el de la pintura. Los ferreteros comentan que se ha desatado una locura por colorearlo todo: techos, paredes y muebles. “Las ventas en pintura han aumentado muchísimo, un 25%. Pero no solo en pintura, por ejemplo, en escaleras el incremento ha sido del 35%”, afirman desde COFEARFE.
“El aumento en ventas ha sido en pintura y en todo lo relacionado con ella: selladores, siliconas, brochas, rodillos”, reafirma Miguel Lorenzo, el jefe de compras de Feasga Ferreteros, asociación que agrupa a empresarios del sector en Galicia. “Hay tiendas que han agotado las existencias de pintura”, añade.
El hecho de pasar tanto tiempo en casa ha hecho que mucha gente se tope con pequeños defectos o se harte de otros que ya conocía. Solo así se puede explicar que, como comentan desde algunas tiendas, los topes de puertas hayan sufrido un brusco incremento de ventas.
Pero además de material, también han aumentado las ventas de herramientas. Según el portal de compras Idealo, entre marzo y mayo de este año, es decir, durante el mismo confinamiento y cuando las tiendas físicas estaban aún cerradas, la compra de taladros creció un 101%, la de martillos un 138%, la de destornilladores eléctricos un 99% y las ventas de cajas de herramientas un 130%.
Locura por los productos de jardín y terraza
Los ferreteros también coinciden en la locura que se ha desatado por la compra de productos relacionados con la jardinería. “Hay mucha gente que está poniendo a punto segundas residencias o casas en el pueblo, con la intención de disfrutar de ellas durante las vacaciones de verano. Lo que en otros años se destinaba a los viajes, ahora lo están destinando a arreglar el jardín o a comprarse muebles de terraza”, explican desde la Asociación de Distribuidores de Ferretería y Bricolaje (ADFB).
Uno de los ejemplos que ponen desde el sector es la venta de piscinas. El miedo a sufrir contagios o a no poder ir a la playa por las limitaciones de aforo, ha hecho que se disparen las compras de piscinas desmontables. “Desde hace veinte días, la venta de este tipo de piscinas ha aumentado un 350%. Ahora, ese crecimiento se ha paralizado, básicamente, porque ya no hay stock”, comentan desde COFEARFE. Otro ejemplo es el incremento de todo lo relacionado con cercados y material de jardinería. “Las ventas de productos para sellar hierba artificial, por ejemplo, se han incrementado un 20%”, afirman.
Mientras hacen frente al aumento de la demanda, los ferreteros desean que esta nueva afición descubierta por los españoles haya venido para quedarse y no sea una consecuencia efímera del periodo de confinamiento.
Fuente: www.niusdiario.es
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