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Venezuela expropiaría a empresa mexicana Cemex

A unos días de que el presidente venezolano, Hugo Chavéz, anunciara de manera sorpresiva la nacionalización de las empresas cementeras que operan en su país, su gobierno se comprometió a garantizar la estabilidad laboral de todos los trabajadores de la empresa Cemex. El ministro venezolano del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, puntualizó que los empleados extranjeros y locales de la empresa deben sentir “júbilo” con la nacionalización, pues se restablecerán “relaciones justas para todos”. Reveló que ya inició el proceso de conversaciones y negociación directa con las empresas transnacionales Cemex, Lafarge y Holcim, a las que incluye la medida, y ya se cuenta con un cronograma estructurado para llegar a la nacionalización por la vía del acuerdo. Al retomar la cuestión laboral de las tres empresas, indicó que “el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social ha emitido una instrucción para evitar los despidos en estas cementeras. “Si las empresas cementeras despiden a sus trabajadores serán sancionadas de acuerdo con nuestra ley”, enfatizó Ramírez, según la nota distribuida por Petróleos de Venezuela (PDVSA). Cementos Mexicanos cuenta con unos tres mil empleados, mientras que Holcim y Lafarge tienen unos 800 trabajadores cada una, según informaciones divulgadas por la prensa local. Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela, donde controla 52% de la producción del primer producto, y las ventas en este país representaron alrededor de 3% de sus ingresos totales. En tanto, Lafarge cubre aproximadamente 25% de la producción total de cemento en Venezuela, y Holcim alrededor de 17%, según datos de la prensa local. El mercado venezolano representa 30% de las ventas de Cemex en América del Sur y el Caribe, y junto con Lafarge y Holcim, 90% de su producción es para el mercado de la nación andina. El presidente Chávez argumentó que decidió nacionalizar la industria del cemento porque las trasnacionales exportan la mayoría de la producción en detrimento del mercado interno, y también causan daños ambientales. Anoche, en un comunicado, el ministro del Petróleo y la Energía venezolana señaló que con la nacionalización de la industria cemetera de su país, se velará por el respeto del medio ambiente y se dinamizará más el sector de la construcción. Si las cementeras despiden a sus trabajadores serán sancionadas de acuerdo con la ley, advirtió el ministro de Energía y Petróleo A unos días de que el presidente venezolano, Hugo Chavéz, anunciara de manera sorpresiva la nacionalización de las empresas cementeras que operan en su país, ayer por la noche su gobierno se comprometió a garantizar la estabilidad laboral de todos los trabajadores de la empresa Cemex. El ministro venezolano del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, puntualizó que los empleados extranjeros y locales de la empresa deben sentir “júbilo” con la nacionalización, pues se restablecerán “relaciones justas para todos”. Reveló que ya inició el proceso de conversaciones y negociación directa con las empresas transnacionales Cemex, Lafarge y Holcim, a las que incluye la medida, y ya se cuenta con un cronograma estructurado para llegar a la nacionalización por la vía del acuerdo. Al retomar la cuestión laboral de las tres empresas, indicó que “el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social ha emitido una instrucción para evitar los despidos en estas cementeras. “Si las empresas cementeras despiden a sus trabajadores serán sancionadas de acuerdo con nuestra ley”, enfatizó Ramírez, según la nota distribuida por Petróleos de Venezuela (PDVSA). Cementos Mexicanos cuenta con unos tres mil empleados, mientras que Holcim y Lafarge tienen unos 800 trabajadores cada una, según informaciones divulgadas por la prensa local. Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela, donde controla 52% de la producción del primer producto, y las ventas en este país representaron alrededor de 3% de sus ingresos totales. En tanto, Lafarge cubre aproximadamente 25% de la producción total de cemento en Venezuela, y Holcim alrededor de 17%, según datos de la prensa local. El mercado venezolano representa 30% de las ventas de Cemex en América del Sur y el Caribe, y junto con Lafarge y Holcim, 90% de su producción es para el mercado de la nación andina. El presidente Chávez argumentó que decidió nacionalizar la industria del cemento porque las trasnacionales exportan la mayoría de la producción en detrimento del mercado interno, y también causan daños ambientales. Anoche, en un comunicado, el ministro del Petróleo y la Energía venezolana señaló que con la nacionalización de la industria cemetera de su país, se velará por el respeto del medio ambiente y se dinamizará más el sector de la construcción. Si las cementeras despiden a sus trabajadores serán sancionadas de acuerdo con la ley, advirtió el ministro de Energía y Petróleo A unos días de que el presidente venezolano, Hugo Chavéz, anunciara de manera sorpresiva la nacionalización de las empresas cementeras que operan en su país, ayer por la noche su gobierno se comprometió a garantizar la estabilidad laboral de todos los trabajadores de la empresa Cemex. El ministro venezolano del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, puntualizó que los empleados extranjeros y locales de la empresa deben sentir “júbilo” con la nacionalización, pues se restablecerán “relaciones justas para todos”. Reveló que ya inició el proceso de conversaciones y negociación directa con las empresas transnacionales Cemex, Lafarge y Holcim, a las que incluye la medida, y ya se cuenta con un cronograma estructurado para llegar a la nacionalización por la vía del acuerdo. Al retomar la cuestión laboral de las tres empresas, indicó que “el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social ha emitido una instrucción para evitar los despidos en estas cementeras. “Si las empresas cementeras despiden a sus trabajadores serán sancionadas de acuerdo con nuestra ley”, enfatizó Ramírez, según la nota distribuida por Petróleos de Venezuela (PDVSA). Cementos Mexicanos cuenta con unos tres mil empleados, mientras que Holcim y Lafarge tienen unos 800 trabajadores cada una, según informaciones divulgadas por la prensa local. Cemex es el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela, donde controla 52% de la producción del primer producto, y las ventas en este país representaron alrededor de 3% de sus ingresos totales. En tanto, Lafarge cubre aproximadamente 25% de la producción total de cemento en Venezuela, y Holcim alrededor de 17%, según datos de la prensa local. El mercado venezolano representa 30% de las ventas de Cemex en América del Sur y el Caribe, y junto con Lafarge y Holcim, 90% de su producción es para el mercado de la nación andina. El presidente Chávez argumentó que decidió nacionalizar la industria del cemento porque las trasnacionales exportan la mayoría de la producción en detrimento del mercado interno, y también causan daños ambientales. En un comunicado, el ministro del Petróleo y la Energía venezolana señaló que con la nacionalización de la industria cemetera de su país, se velará por el respeto del medio ambiente y se dinamizará más el sector de la construcción.