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Ferretería y Construcción

Compañía Campos

Tras un proceso de modernización que lleva más de ocho años, Campos se lanza a la cacería de nuevos nichos de mercado. Con más variedad de mercadería, sobre todo en la línea blanca y artículos para el hogar, la empresa Campos presenta una vez más su nueva cara. El propósito es conquistar un público meta femenino y de mayor poder adquisitivo. Mario Campos, gerente general, asumió el reto de encargarse de la empresa familiar desde 1994, luego de graduarse como administrador de negocios. En ese momento inició el proceso de modernización de todo el concepto de la empresa, desde el logo, la imagen externa, la iluminación, hasta aspectos de organización interna, que en una u otra medida afectaban su operación. »Modernizamos el sistema de computo para que estuviera en función del cliente, simplificando el proceso, menos facturas, menos trámites, un sistema mas directo, todo con código de barras». Para Campos la tecnología es fundamental en cualquier tipo de empresa, pero asegura que no siempre se le saca todo el provecho. »Sin la parte tecnológica el negocio no estaría donde esta, porque es cuando uno realmente tiene control de inventario, muchos negocios tienen sistema de cómputo pero lo usan para facturar y comprar no para controlar. La tecnología es una herramienta muy valiosa, pero hay que saberla manejar». Si bien es cierto, Campos reconoce ser el responsable de todo el refrescamiento de marca que ha tenido el negocio desde que él tomó las riendas, asegura que gran parte del éxito de lo que es hoy se lo debe a las bases que sus padres sembraron. »Una de las cosas que le agradezco a mi papá es la política que él siempre tuvo de abrir domingos y feriados, porque actualmente esa es una de nuestras ventajas, el estar posicionados en los clientes como el lugar que nunca cierra». Constante evolución Desde sus inicios, Campos fue un negocio marcado por la diferenciación. En 1977 sus fundadores, Víctor Manuel Campos y Amalia Brenes, iniciaron con una farmacia y diez años después incluyeron en su oferta productos ferreteros y así siguieron agregando otros servicios, que fueron muy bien aceptados por los clientes. »Todo se hace a prueba y error. Por ejemplo cuando comenzamos a traer muebles nunca habíamos vendido muebles, lo mismo con la línea blanca y ahora son dos líneas fuertes.» Campos considera que ese tipo de cambios es posible porque el negocio siempre ha sido muy abierto. «Esto me permite complementar con mas líneas, sin que represente un choque para los clientes, pues ellos están acostumbrados a que nuestro servicio es muy amplio». Otra de las más recientes innovaciones que ha introducido Campos es el programa de tarjetas para cliente frecuente, que consiste en un sistema de acumulación de puntos canjeables por «vales» de compra en el local. Con este sistema, además de estimular las ventas, premiar al cliente y lograr su lealtad, se consigue algo muy importante que es la información, pues se puede saber la frecuencia de las compras, cuanto gasta cada cliente, qué productos prefiere, y otra serie de datos que son fundamentales para la toma de decisiones en este tipo de negocios. No hay duda de que con esta certera administración, Campos tiene grandes posibilidades de permanecer por mucho más tiempo en el mercado. Pie de foto: Mario Campos: «El conocimiento del negocio es clave. La persona que no tiene forma de saber qué compran sus clientes, de dónde vienen, etc. va mal. Puede seguir funcionando, pero irá perdiendo participación».