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Ferretería y Construcción

Planeando nuevas empresas

Una de las características que distingue a las pequeñas empresas de las grandes es la ausencia de una planeación estratégica en general y de un plan de negocios en particular. Iniciar una nueva empresa no es un deporte para aficionados. Son muchos millones de personas las que trabajaban por su cuenta, y cada día hay más y más son las que tienen que hacerlo obligadamente para sobrevivir. Pero iniciar un pequeño negocio o ampliar uno existente no es una tarea sencilla. Las buenas ideas, el trabajo arduo, el entusiasmo, las habilidades y los conocimientos acerca del producto y el hecho de saber cómo salir adelante, aún cuando son esenciales, ya no son suficientes. Una de las características que distingue a las pequeñas empresas de las grandes es la ausencia de una planeación estratégica en general y de un plan de negocios en particular. En la actualidad, la habilidad de reconocer la necesidad de un plan de este tipo se considera ampliamente como una señal, tanto de la madurez del negocio, como de sus probabilidades de supervivencia. Durante sus primeros años las pequeñas empresas son más vulnerables, no tienen ningún plan que las guíe o que determine sus acciones. Una de las razones por las cuales tantas pequeñas empresas pueden empezar sin un plan de negocios es porque los fundadores no requieren fondos externos ni un apoyo bancario. Tienen fondos propios, o la familia los respalda; o bien, prefieren comprometer sus bienes personales, tal vez mediante un financiamiento hipotecario, en vez de sujetar su idea a una revisión posiblemente severa. No se puede ir a la guerra, sin estar preparado Quizá el paso más importante para iniciar cualquier nueva empresa o ampliar una existente es la elaboración de un plan de negocios. Dicho plan debe incluir metas para la empresa, tanto a corto como a largo plazo; una descripción de los productos o servicios que va a ofrecer y de las oportunidades de mercado que anticipa para ellos; y por último, una explicación de los recursos y medios que se van a emplear para alcanzar las metas en vista de una probable competencia. La preparación de un plan de negocios muy completo en estos términos requiere tiempo y esfuerzo. Según consultores como Cranfield Intl., sus programas para nuevas empresas, requieren 200 y 400 horas hombre, para preparar un Plan de Negocios, dependiendo de la naturaleza del negocio y de la cantidad de datos que ya se han recopilado. Sin embargo, ese esfuerzo es esencial si los fundadores de pequeñas empresas esperan tanto cristalizar sus ideas como encauzarlas, y poner a prueba su resolución de iniciar o ampliar su negocio. Una vez terminado, el plan de acción servirá como un anteproyecto que debe seguirse y que, lo mismo que un mapa, mejora las probabilidades del usuario de llegar a su meta. Los beneficios de preparar un buen plan Hay un buen número de otros beneficios importantes que pueden anticiparse con la preparación de un plan de negocios. Incluyen los siguientes: 1) Son muy pocos los negocios que pueden crecer sin un financiamiento adicional. Aún cuando sería una exageración decir que un plan de negocios es un pasaporte para las fuentes de financiamiento, sin él un negocio no puede saber en realidad cuánto dinero se necesita para financiar el crecimiento, y muy pocas organizaciones le prestarán dinero, o invertirán en él, si no tiene un plan. 2) Concentrarse sistemáticamente en la planeación permite que los errores se cometan en una hoja de papel y no en el mercado. Un empresario potencial, mientras recopilaba datos para su plan de negocios, descubrió que el competidor local que había calificado como un hombre orquesta, era de hecho la operación piloto de una cadena de franquicias a nivel nacional. ¡Eso tuvo un profundo efecto en su estrategia de mercadotecnia! Otro empresario descubrió que con el precio pensaba cobrar por un producto nuevo, jamás recuperaría sus gastos generales, y ni siquiera llegaría al punto de equilibrio. A decir verdad, desconocía los términos «gastos generales» y «punto de equilibrio» antes de iniciar la preparación de su plan de negocios. Esta ingenua perspectiva de los costos de ninguna manera es algo inusitado. 3) Un plan de negocios hará que el equipo administrativo y otros involucrados en la empresa se sientan más confiados de que pueden alcanzar las metas estratégicas establecidas. Entonces serán más capaces de comunicarles a los demás la estrategia de la compañía, de manera que todos comprendan y por consiguiente aprecien el razonamiento que hay detrás de los planes. Así se verá en fondo y forma que está administrando «a fondo». Esto es absolutamente esencial para las organizaciones que se mueven a lo largo de un ciclo continuo, desde una «orquesta de un solo hombre», hasta una empresa importante. La preparación de un plan de negocios le ayudará en a profundizar en el proceso de planeación. Lo que es muy importante para la salud a largo plazo de un negocio es el proceso mismo, no simplemente el plan que surge de él. Los negocios son dinámicos, como lo son los ambientes comerciales y competitivos en donde operan. Nadie espera que cada paso, tal como está registrado en un plan de negocios, ocurra como se predijo, pero la comprensión y los conocimientos generados por el proceso de planeación del negocio prepararán a éste para cualquier cambio a los que se pueda enfrentar y, por consiguiente, le permitirán ajustarse rápidamente a ellos. A pesar de estos innumerables y valiosos beneficios, hay miles de empresarios que todavía tratan de empezar sin contar con un plan de negocios. Los más comunes son las empresas que al principio parecen necesitar muy poco capital o ninguno, o bien aquellas cuyos fundadores tienen fondos propios; en ambos casos, se cree que no es exponer el proyecto a una severa evaluación financiera.