fbpx
Ferretería y ConstrucciónNoticiasÚltimas Noticias

Más de US$16.000 millones se invierten en construcción en 2012

Panamá.- Las obras del gobierno ascienden a más de lo presupuestado, el gobierno ha invertido aproximadamente US$15 mil millones. En tanto el sector privado calcula que se han invertido US$1.200 millones.

A punto de culminar el año uno de los sectores que más crecimiento ha demostrado es la industria de la construcción. Gastón Regis, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción, dio a conocer cómo se desempeñó el ramo en el 2012.

Después de haber mostrado una de las épocas cuasi deprimidas en el 2006-08, la construcción se mejoró a la par del crecimiento del país. Su ascenso es evidente cuando se ven los números en blanco y negro, ha crecido un 17% más que el año pasado (2011) en cuanto a permisos de construcción.

Las obras del gobierno ascienden a más de lo presupuestado, el gobierno ha invertido aproximadamente US$15 mil millones. En tanto el sector privado calcula que se han invertido US$1.200 millones, lo que da un total de más de US$16 mil millones.

La mayor parte de estas construcciones se concentran en el Distrito capital, Colón, San Miguelito, David, Chorrera y Arraiján concentran el 95% de las construcciones de la república de Panamá.

“La industria es reflejo de lo que dice el MEF y las entidades financieras internacionales de que Panamá ha tenido un desempeño fiscal arriba del 10%” afirmó Regis.

Los proyectos que más desarrollo tuvieron fueron el sector residencial dentro del mercado preferencial entre el rango de US$43 mil a US$200 mil. Sin embargo se refleja la ausencia de proyectos de menos de US$35 mil.

¿La razón? Los costos de construcción se han elevado significativamente y esto ha motivado a los desarrolladores a extender el rango de venta para lograr ganancias en este tipo de proyectos.

Los gastos en materia laboral suben anualmente y los materiales también han sido influenciados por una inflación importada que golpea la parte sistemática de los insumos como cemento, piedra y arena.

Dicho esto, la vivienda social queda en manos del Ministerio de Vivienda que se encarga de suplir las residencias para familias con bajos ingresos, ejemplos como éste son los proyectos de Colón, Curundú y otros sectores, pero definitivamente “nosotros tenemos que construir para quien pueda comprar” indicó Regis, y agregó que es una industria que definitivamente busca réditos.

Después de los desarrollos residenciales, se impulsó la construcción de galeras, edificios de oficinas. Estos últimos mantienen un excedente de 500 mil metros.

Este año, en comparación a los dos anteriores, la construcción de hoteles que venía punteando fue sustituido por la edificación de oficinas y mini depósitos de oficinas.

Otros megaproyectos como las Hidroeléctricas se encuentran pausados en este momento. Regis asocia este paralización con la objeción de las poblaciones aledañas a los ríos, y grupos ambientalistas que se oponen al uso de estos recursos.

Para el país, que avanza en franco desarrollo, éste puede ser un factor anticíclico por la posibilidad de que se tope la demanda y la generación de energía a nivel nacional. Regis consideró incompatible al desarrollo “que un grupito minúsculo de la población mande y se vea afectado todo el país, la patria cuando tal vez un medio o un cuarto por ciento de la población se oponga y diga no” acotó.

El ritmo de crecimiento de la construcción continuará en aumento para el próximo 2013, es posible que no sea a igual proporción que este año, pero se deberá la inversión deberá sostenerse. Si en el 2006 se hablaba de US$800 millones y en estos tiempos se ha incrementado la inversión en un 80%, prácticamente se puede predecir que el ritmo seguirá al alza.

Algunas obras privadas por tanto, tomarán protagonismo en los próximos años como Minera Panamá. La empresa buscadora de oro pretende invertir en el Distrito de Donoso (Colón) US$1.000 millones sostenidos cada año por un periodo de seis años.

A este proyecto se le suman las obras turísticas, habitacionales -que no logra suplir la demanda existente-, “la verdad es que el mercado tiene mucho para dar y para crecer dijo Regis,” pues los panameños han preferido optar por una segunda vivienda en Panamá en vez del extranjero como se acostumbraban las clases sociales mas pudientes.

El sabor amargo de este inmenso dulce es la mano de obra. “No contamos con la mano de obra calificada manifestó Regis”, agregó. Aunque el sector construcción emplea a 157 mil personas en forma directa, cada año las empresas deben capacitar a sus empleados para acomodar el sector.

El máximo de este año llegó alcanzar los 161 mil empleos, no obstante, hay una escasez en personal con ciertas habilidades calificadas como hojalatería, electricidad, carpintería, albañilería, etc. Razón por la que las obras caminan a paso mas lento.

En este aspecto, las compañías han buscado suplir esta necesidad con mano de obra extranjera, pero las leyes de Panamá aunque permiten traer 10% de foráneos, del total de los trabajadores, “se la hacen de cuadritos a las empresas panameñas que traten de traer trabajadores de afuera a diferencia de las empresas extranjeras que con ciertas reglas diferentes a las panameñas les dan reglas especiales”, indicó Regís.

Una tarea que está en manos del Instituto Nacional de Desarrollo Humano (Inadeh), que trata de satisfacer la mano de obra faltante por medio de capacitaciones que ofrece a ciudadanos que pretenden ingresar a los diferentes sectores de esta industria y otras.

El director del Inadeh, José Pablo Ramos, manifestó que en el sector de construcción se han capacitado 2.077 personas este año. De éstos se certificaron ebanistas (140), plomeros (180), en el grupo de albañilería básica, calificada, mosaicos y azulejos, repellos, se han capacitado 1757 personas. Los cursos del Inadeh tienen una duración de cuatro a cinco meses en cualquiera de las ramas mencionadas.

Esta es una de las partes fundamentales de esta institución, no obstante, como mencionó su director, el Inadeh “enfrenta gastos presupuestarios” en estas tareas. Cada curso tiene un costo para el Estado de US$8 mil mensuales, lo que equivale a US$40 mil por los cinco meses que dura esta enseñanza. En cada salón se capacitan mínimo 17 personas y máximo 25 a 30, informó Ramos.

El presupuesto anual del Inadeh (2012) fue aproximadamente de US$34 millones. La suma incluye el pago a instructores, los materiales, y otras necesidades. Sin embargo, a pesar de la gran necesidad de mano de obra, el presupuesto de esta institución para el próximo año es menor al actual, alcanza los US$22 millones. Situación que parece no preocuparle a su director, quien afirma que durante el año buscará los recursos para lograr impartir las clases acostumbradas.

La industria de la construcción es dinámica, y además de los nuevos proyectos las infraestructuras existentes requieren de personal que se encargue del mantenimiento, aunado a algunos otros proyectos especiales que dan movilidad a estos trabajadores encareciendo la mano de obra. Es una industria agresiva, según Regis, a pesar de pagar buenos salarios algunos de los trabajadores toman estos empleos en forma temporal porque toman cursos de inglés y se trasladan a otros sectores y abandonan la construcción. El Inadeh ha sido una fuente importante de capacitación en este sentido.

Fuente: http://www.americaeconomia.com



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.