Misterios y secretos de la famosa marca ACME de los Looney Tunes

Uno de los misterios que más aquejó a la niñez del siglo XX; es por qué en las caricaturas de los Looney Tunes existe la famosa marca ACME. Algunos juran que se trata de las siglas de una frase secreta. Sin embargo, a veces –en la vida real- encontramos un producto ACME y entonces nos asalta el temor y la duda: ¿Va a explotarnos en la cara?La verdad es que sí; hay una historia detrás del célebre nombre. En primer lugar, ACME viene del griego “ἀκμή” (Akme) y significa superior, lo máximo. Muchas compañías lo tomaron como nombre en los años veinte, debido a que en ese tiempo comenzaba a utilizarse la Sección Amarilla (en inglés Yellow Pages). La palabra ACME comenzaba con “AC”, lo cual hacía que la compañía figurara en las primeras páginas de la guía. De hecho si uno lo piensa bien, hay pocas compañías poderosas cuyos nombres empiecen con “Z”.

Fue ahí, al abrir la primera página de las Yellow Pages, donde los creadores de los Looney Tunes hallaron el nombre, y lo incorporaron a las historias del Coyote y el Correcaminos. Pretendiéndolo o no, el nombre ficticio se volvió una ironía (por el significado de “ἀκμή”).

Incluso, aún existen en las papelerías o ferreterías varios productos de marca ACME. Seguro que cuando has visto alguno de ellos sientes el impulso de reírte, pensando que el comprador de ese artículo se va a llevar una gran sorpresa cuando lo utilice.

Pero en las caricaturas de Looney Tunes, ACME fabrica toda clase de aparatos que por cierto,  parecen específicamente diseñados para las necesidades del Coyote. Al final casi siempre le fallan, o funcionan de una manera completamente inesperada. Por eso uno siempre se ha preguntado: ¿Por qué el coyote no compraba comida, el lugar de utilizar su dinero en adquirir armas y trampas para capturar al Correcaminos?

Hay varias docenas de productos marca ACME dentro de estas caricaturas. Tienen desde el clásico yunque o la bomba en forma de bola con mecha; hasta trajes de murciélago, disfraces de cactus y pistolas desintegradoras (que se desintegran a sí mismas). Algunas veces, los empaques mencionan que las oficinas centrales de ACME están en Fairfield Nueva Jersey.

Y por supuesto que la marca ACME ha figurado en otras caricaturas de la Warner. Las aventuras de los Tiny Toons –por ejemplo- se desarrollan en una ciudad llamada “Acme Acres”, que contaba con su propia “Looniversidad Acme”. En la seria, alguna vez quedó desvelado el eslogan de la empresa: “Durante cincuenta años, los líderes en el caos creativo”.

ACME aparece también en una larga lista de programas, que comienza en los “Looney Tunes”, y pasa por “La Pantera Rosa”; “Pinky y Cerebro” (dúo que incluso vive en el “Laboratorio Acme”); y llega hasta los “Animaniacs.

Y la influencia de ACME llega mucho más allá. El reputado y fallecido director Sergio Leone fue uno de los primeros en referirla, en su película “El Bueno, el malo y el Feo”. Oliver Stone hizo lo propio con esta marca, en su controversial filme “JFK” (1991). La marca ACME también ha sido utilizada en varios episodios de Los Simpson y en uno que otro de los Pitufos.

Disney no usa la marca ACME, porque tiene un equivalente que ha utilizado en varias películas y cortos. Se llama Ajax, y puede aparecer como una compañía de cerrajeros, o como oficina de objetos perdidos y encontrados.

También hay regiones del mundo que se llaman ACME, pero en esos lugares –para bien de sus habitantes- las cosas no explotan espontáneamente como uno esperaría.

Con todo, el ACME ficticio de los Looney Tunes es el que acapara la fama. Y quizá era que le daban un mal uso a estos productos “superiores” (por el significado de “ἀκμή”), pero difícilmente alguien podría recordar el nombre ACME sin evocar una de las mayores frustraciones que nos dejó la infancia: nunca pudimos ver al Coyote dándose un banquete de “Correcaminos à l’orange”.

Fuente: http://e-veracruz.mx