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Capacitación

La pérdida desconocida en las ferreterías

En el portal www.ferrepress.com, aparece un artículo del profesor Joshua Bamfield,autor del Barómetro Europeo del Hurto en la Distribución, que representa el mayor informe sobre delincuencia, pérdida desconocida y seguridad en el sector minorista en 25 países europeos. En muchos países se ha venido ganando conciencia de las pérdidas que supone el hurto interno, concepto que incluye tanto la sustracción ocasional de artículos o efectivo como las actividades sistemáticas de fraude a gran escala, y cuyos daños se estiman en 8.663 millones de euros. Un 29,9% de los casos de pérdida desconocida que sufren los minoristas es debida a un pequeño número de empleados. Este problema deriva de la necesidad que tienen estos de manejar efectivo, pagos, tarjetas de fidelización y mercancía como parte de su trabajo. Por otra parte, descubrir los incidentes de hurto interno o identificar a los infractores puede resultar extraordinariamente difícil. Asimismo, la ayuda al hurto externo, el fraude en los pagos y en las operaciones con tarjetas de crédito, así como la colaboración con otros empleados en estas actividades, podrían también incluirse dentro de este apartado. Si bien el hurto interno afecta a una proporción muy pequeña de los empleados minoristas, los importes sustraídos, por un importe medio de 357,85 euros contrastan con los 78,56 euros del hurto externo. Información sobre el hurto interno En cuanto a la calidad de la información sobre el hurto interno de que disponían tanto ellos como sus empresas, sólo un 14% de los responsables de seguridad participantes en el estudio cree que la información recibida de los informes y sistemas de sus empresas es excesiva o superior a la media. Por su parte, un 44% considera que tiene suficiente información, mientras que otro 35% piensa que la información disponible, pese a no ser suficiente, es «adecuada». Sólo el 7% afirma tener poca información. Los departamentos de seguridad mantienen una fuerte polarización sobre el uso que se hace de esta información. Así, en un 39% de los casos, que se hace un uso «satisfactorio o por encima de la media», mientras que otro 36% considera que este es «inferior a lo aceptable». Un 40% de los encuestados cree hacer un uso de los datos sobre el hurto interno inferior a la media y un 46%, superior. Bien distintos son los resultados obtenidos respecto al uso que hacen sus empresas de la información sobre el fraude interno. Así, un 56% considera que dicho uso es «inferior a lo aceptable» o «ineficaz o insuficiente» y sólo un 29% lo ven «por encima de la media»; «eficaz o adecuado». Por último, un 15%, lo creen «aceptable o en la media». Medidas contra el hurto y el fraude internos Otra cuestión es la relacionada con aquellas medidas y planes clave que las empresas están dispuestas a adoptar para combatir el hurto interno, incluyendo tanto las propuestas en marcha como los que se preveían implantar en un plazo de dos años (para 2007). Los minoristas ya han introducido (o piensan hacerlo) toda una gama de medidas, controles, aplicaciones informáticas y equipos de seguridad para inhibir el hurto interno. Las seis medidas más empleadas contra el hurto interno serían: los sistemas de CCTV (83%), la inclusión de advertencias en los cursillos generales de formación (76%), la formación inicial de empleados (69%), el control de accesos a las zonas de almacenaje (67%), la colaboración con las áreas de auditoría y finanzas (67%) y los controles de trastienda sobre la devolución y el desecho de mercancías (65%). Otras actuaciones significativas corresponden al uso de etiquetas de seguridad (53%), un mayor control en los almacenes (53%), un aumento del gasto de seguridad destinado a combatir el hurto interno (52%), e! control exhaustivo de los candidatos que aspiran a incorporarse a la plantilla (46%) y el principio de exigir a los infractores indemnizaciones o la restitución de las sumas sustraídas (45%). También se encuentran entre las medidas populares el intercambio de información con otros minoristas (43%), la integración del CCTV en los sistemas de auditoría (39%), la introducción de planes específicos contra el hurto interno (37%), el empleo de personal especializado en sacar información (32%), así como la integración de los procesos de finanzas y control de existencias (31%). Un 28% de los minoristas afirmaron recurrir a comités de control de la pérdida desconocida, proporción idéntica a la de los que habían introducido aplicaciones informáticas de prospección de datos (identificación de errores y fraudes en las transacciones). La aplicación de controles adicionales en la contratación de trabajadores temporales y el establecimiento de primas por reducciones en la pérdida desconocida se fijaron en un 27%. En los próximos años, los minoristas esperan hacer un mayor uso de todas estas medidas, a excepción de las advertencias sobre e! hurto durante la formación de empleados, que permanecerá en un 76%. La medida contra e! hurto interno que se prevé que crezca más rápido en los próximos dos años son los controles de trastienda sobre la eliminación y la devolución de mercancías, que, con un aumento de! 34%, cuenta con ser usada por el 99% de los encuestados. Otras actuaciones clave cuyo uso cuenta con desarrollarse con rapidez son el aumento de los gastos contra el hurto interno (crecimiento del 39%, hasta llegar al 91 % de los encuestados en dos años), la unión de los sistemas de CCTV y de auditoría (crecimiento del 37%, hasta el 76%) y los comités de control (crecimiento de! 38%, hasta el 66%). Los minoristas europeos esperan, asimismo, hacer un mayor uso de los controles sobre la contratación temporal (aumento del 26%, hasta el 53%), implantar nuevos programas antihurto específicos (aumento del 23%, hasta el 60%) y mejorar e! control de accesos en los puntos de almacenaje (aumento del 23%, hasta el 90%). Otras estrategias cuya importancia se prevé incrementar en los próximos años serían el intercambio de datos con otros minoristas (del 18% al 61%), la prospección de datos (aumento del 19%, hasta un 47%), la colaboración con las áreas de auditoría y finanzas (aumento del 12%, hasta un 79%) y la exigencia de indemnizaciones o de la restitución de las sumas sustraídas (aumento del 11%, hasta un 56%). En el horizonte de 2007, una proporción notable de minoristas implantará incentivos para gerentes y supervisores (48%), integrará plenamente los trámites de control financiero y de existencias (47%), exigirá a los empleados una responsabilidad plena con respecto al efectivo que manejan (43%), mejorarán los controles sobre las devoluciones (37%), ampliarán el uso del etiquetado de RFID (34%) y establecerán incentivos económicos para quienes denuncien casos de hurto interno (33%). La delincuencia procedente de una parte mínima de los empleados es, hoy por hoy, uno de los principales puntos de atención de los directores de seguridad minoristas. Todo parece indicar que los minoristas están invirtiendo en medios técnicos y modificando sus procedimientos y normativas para reducir esta forma de delincuencia. La reducción de los márgenes de beneficios, consecuencia de un clima económico hostil y de la intensidad de la competencia en el sector de la distribución, ha llevado a los minoristas a buscar la reducción de sus costes a fin de asegurarse un futuro. De aquí a unos pocos años, sin duda, podrá comprobarse el éxito de la difusión de las buenas prácticas en materia de seguridad entre los minoristas de toda Europa.