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Ferretería y Construcción

Piden al gobierno incentivar la instalación de más cementeras

Tegucigalpa, Honduras.- Incentivar la instalación de nuevas plantas cementeras en el país, recomendó la Comisión para la Defensa y Promoción de la Competencia (CDPC), a fin de disminuir el poder que tienen las únicas dos empresas cementeras que operan en el país.

En 13 estudios sectoriales de la economía que aparecen en un informe sobre el estado actual y los avances de la política de competencia en Honduras, se demuestra el rezago que en materia de competencia tiene el país en comparación con otras naciones de Latinoamérica.

Los hallazgos de los estudios de mercado realizados por la CDPC reflejan tales rezagos y a través de los mismos se ha encontrado que varios sectores de gran importancia económica y social para Honduras operan bajo esquemas de mercados concentrados, con significativas barreras de entrada y con altos grados de intervención estatal.

Buscando revertir esta situación, la CDPC ha realizado diversas acciones, entre las que destacan recomendaciones de política elaboradas para mejorar el estado de la competencia en dichos mercados.

En el caso del estudio sectorial sobre la producción de cemento, la CPDC identificó que el mercado presenta un entorno favorable para la realización de prácticas anticompetitivas, por lo que recomiendan acciones orientadas a eliminar los elementos que contribuyen a este entorno.

Entre las principales recomendaciones están: “Promocionar e incentivar la instalación de nuevas plantas cementeras en el país (con beneficios en primera instancia para la exportación), para disminuir el poder de las dos empresas cementeras”.

También recomiendan “crear dentro de una institución del gobierno una comisión técnica especializada para que verifique los costos reales de producción y el margen de utilidad de la producción de cemento en el país, lo que disminuiría el margen de poder de las empresas que conforman el mercado”.

Destaca el documento, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) considera que en su momento las políticas de competencia fueron frenada por intereses sectoriales, así: “Los esfuerzos por desarrollar una política de competencia han encontrado, desde sus inicios, resistencia de algún sector empresarial de Honduras.

Este conflicto de intereses ha provocado retraso en la implementación de políticas de competencia y en la creación de ambientes competitivos para la innovación y el desarrollo de negocios”. Pese a estas oposiciones, entre otras, finalmente se logró dar ese salto para garantizar la defensa de la competencia en la recién pasada década.

Las reformas realizadas en Honduras a partir de la década de los noventa pueden resumirse en tres pilares fundamentales: Desregulación, liberalización y apertura comercial y privatización, como patrones bajo los cuales se estructuraría en delante el futuro de la política económica.

El inicio de los noventa, coincidió con la planificación de Centroamérica y la realización de elecciones en todos los países: en Honduras con la llegada de un tercer gobierno electo mediante procesos eleccionarios, se impulsó el Programa de Modernización del Estado con el fin de sanear las finanzas y orientar la economía de un crecimiento “hacia adentro” ahora por uno “hacia afuera” sustentada en el comercio exterior, lo cual marca de forma oficial la entrada del Neoliberalismo en el país.

Las bases de esta nueva forma de modelo llamada Neoliberalismo tiene su origen en el pensamiento económico de la Universidad de Chicago, que fue la nueva propuesta que considera contraproducente el intervencionismo del Estado y que propone el mercado de libre accionar como la mejor alternativa de crecimiento económico y principal garantizador de equilibrio institucional, excepto los denominados fallos del mercado.

Estos fallos del mercado son originados cuando no es posible alcanzar la competencia perfecta, el cual sin una regulación trae consecuencias negativas tanto para los consumidores como al buen funcionamiento de la economía de un país.

Por tal razón, cuando se da este tipo de situaciones se presenta la necesidad de aplicar la regulación y limitar el poder de mercado de una empresa o industria a fin de evitar pérdidas de bienestar social que dichas empresas pudieran causar a través de su comportamiento dejando hasta ese punto un vacío para garantizar las condiciones aptas para la competencia.

La liberalización y la apertura comercial suponen el punto de rompimiento de los paradigmas precedentes de una economía sujeta al intervencionismo y la supervisión del Estado, por otra de mercado, que supone el cambio del control estatal a manos privadas.

La Fundación para la Inversión y Desarrollo de las Exportaciones (FIDE) fue uno de los principales promotores para la creación de la Ley de la Defensa y Promoción para la Competencia (LDPC), que finalmente fue aprobada mediante, Decreto No. 357-2005, de fecha 4 de febrero de 2006, y se crea a través de esta, la Comisión para la Defensa y Promoción de la Competencia (CDPC).

El tema de la política de competencia en Honduras, cobra notoriedad, aunque en forma tardía, a partir de la aprobación de la LDPC, con la consecuente creación de la Comisión para la Defensa y Promoción de la Competencia (CDPC), cuya organización y funcionamiento dio inicio en diciembre de 2006 y hasta la fecha, su desenvolvimiento se ha centrado en la aplicación del régimen de libre competencia tal como se concibe en el ordenamiento legal vigente, y en su posicionamiento institucional, a pesar de las presiones externas que sobrevienen a la misma en tiempos de crisis, en donde los diferentes agentes económicos se ven obligados a autoprotegerse recurriendo a acciones aún en contra de la libre competencia.

Fuente: http://www.latribuna.hn