Trabajadores de ferretería Epa denuncian despidos injustificados

Venezuela.- Trabajadores de la Ferretería EPA de Los Ruices, en Caracas, protestaron este jueves frente a la tienda para denunciar el despido injustificado de 14 empleados, medida que los manifestantes atribuyen a los vínculos de los despedidos con el Sindicato Revolucionario Bolivariano de Trabajadores.

La organización bolivariana fue creada el pasado 20 de abril. Siete días después se produjeron los despidos, relató Jennifer Huise, una de las afectadas. De los 14 expulsados de la ferretería, 12 pertenecían al sindicato (7 de ellos formaban parte de la directiva) y los otros dos habían manifestado su solidaridad.

Los despidos se dieron tres días antes de que el presidente Hugo Chávez firmara la Ley Orgánica del Trabajo, para los Trabajadores y Trabajadoras. El nuevo instrumento contempla en el artículo 77 como despido no justificado aquel que se realiza sin que el trabajador haya incurrido en causa legal que lo justifique.

De acuerdo con el artículo 86, el trabajador tiene derecho a solicitar la reincorporación a su puesto si se trata de un despido injustificado. Y, como medida indirecta de estabilidad, se establece en el artículo 92 que si el trabajador no apela al reenganche, el patrono debe pagarle una indemnización equivalente a las prestaciones sociales.

«Basta de impunidad»

Huise, madre soltera de una niña de cinco años, se desempeñaba como asesor cajero en EPA. Las jornadas de trabajo, con sólo media hora de descanso, le ocasionaron una hernia lumbar, de la cual sus superiores estaban al tanto. Para despedirla, alegaron una «reestructuración de la empresa».

«Ya basta de impunidad. Aquí hay padres de familia, madres con chamos pequeños, sin trabajo. Cuando entramos a la empresa nos dijeron que éramos ‘familia de pana’. No entiendo el propósito de ese lavado de cerebro», manifestó la joven.

Dani Santander, secretario general del Sindicato Revolucionario, fue el único integrante de la directiva que no fue despedido. Este asesor de ventas se encuentra de reposo debido a una intervención quirúrgica a la que será sometido para reparar un daño en la columna vertebral

Santander criticó la indiferencia de EPA ante las enfermedades ocupacionales de sus trabajadores, razón por la cual decidieron organizarse en un sindicato, el primero en la historia de la ferretería luego de cinco intentos fallidos.

«Cuando la persona tiene una discapacidad ya no sirve para la empresa. Buscan mil maneras para botarlo, mil motivos. Son unos explotadores. Estamos cansados de eso. Se enriquecen a través del trabajo que nosotros realizamos diariamente», expresó.

Tanto Santander como Giselle Rodríguez, otra de las despedidas, denunciaron que aquellos trabajadores que permanecen en la empresa y se han asociado al sindicato reciben amenazas por parte de sus jefes, quienes intentan persuadirlos de que los sindicalistas son «unos chavistas» que sólo buscan el bienestar propio.

«Hay otros trabajadores que nos están apoyando en otras ferreterías, en Valencia, Maturín, Puerto La Cruz, Chacaíto, San Martín, hay trabajadores que quieren apoyarnos pero está el miedo hacia estos gerentes», comentó Rodríguez, quien tenía un año como asesora de caja.

Los despedidos ya elevaron sus denuncias ante la Inspectoría del Trabajo y la Defensoría del Pueblo. Esperan respuestas de ambas instituciones, mientras que la gerencia de EPA se ha negado a atenderlos. También exhortaron a la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, para que preste su apoyo al caso.

Fuente: http://informe21.com