El Guadalupano
La cara de El Guadalupano ha cambiado mucho desde su fundación hace 60 años, ello se debe, según explica su gerente general Gilberth Quirós, a que las necesidades y demandas de sus clientes actuales son muy diferentes a las de aquél entonces. En su primera etapa El Guadalupano se especializaba en la comercialización y producción de madera, luego se introdujeron productos de ferretería y pinturas. Más adelante se sumarían a la lista los pisos, azulejos y acabados para la construcción. Quirós considera que quizá en sus inicios no existía una estrategia como tal, pues en ese entonces se trabajaba más con la intuición que con métodos de planificación o mercadeo como los que se usan ahora. »Nosotros trabajamos con metas a corto y mediano plazo, establecemos planes estratégicos pero con la certeza de que podemos cambiarlos según las variaciones del mercado. Desde luego que antes no se planeaba tanto, las cosas eran más de corazón». En la historia de El Guadalupano, existe un hilo conductor y es que se trata de una empresa que se rige por las exigencias de sus clientes, y ello es precisamente la clave que los ha hecho permanecer a lo largo del tiempo, superando gran cantidad de pruebas. Entre los principales retos que se plantea el Guadalupano, está la apertura de nuevas sucursales, una decisión nada fácil según dice su gerente general. »Hay lugares mas competitivos, entonces hay que tener mucho cuidado, no se puede escoger al azar, tenemos que tomar en cuenta los pro y los contra.»