Los 5 puntos negativos de la ferretería tradicional
Existen unos valores o detalles que los clientes tienen mucho en cuenta y son los que condicionan y reconducen a cada cliente a un tipo de establecimiento u otro. Algunos de estos detalles resultan insignificantes, pero la suma de muchos de ellos hace generar esa atracción o interés entre un punto de venta u otro.
- Por norma general, el punto de venta es aburrido, no aporta novedades ni ideas nuevas que puedan ser aplicadas por los clientes. Solo vende productos.
- La comodidad dentro del establecimiento habitualmente es bastante mala: no hay buena climatización (frio/calor), la iluminación es deficiente (poca luz para poder apreciar correctamente los productos), se produce una saturación de productos y de estanterías en relación a los metros cuadrados de tienda, hay falta de limpieza, etc.
- Falta de señalización. En muchos casos nos desespera intentar localizar un producto y es realmente imposible al no tener indicadores de dónde localizar los artículos. Otro detalle vital consiste en la falta de precios, algo que pone realmente muy nerviosos a los clientes, que salen de la tienda sin comprar.
- No mejorar y esperar que los clientes nos compren solo por necesidad, sin generar ninguna sinergia para llamar la atención de los compradores y venderles otros productos que no sean solamente los que ellos nos quieren comprar. Al consumidor le aburre mucho ver siempre lo mismo; en ese caso, deja a esa ferretería solo para las urgencias (bombilla, copia de llave, etc.).
- A los clientes les desesperan las esperas. No podemos hacer esperar a un cliente por un problema de negligencia del punto de venta (no tener los precios en los productos, no tener la tarifa volcada en el ordenador, hacer a mano tiques o albaranes, etc.), no tener cambio en la caja, papel de recambio para el TPV, etc.
Fuente: cdecomunicacion.es